lunes, 19 de junio de 2017

Conan, el Cimmerio


¿Quién no conoce a Conan, el bárbaro? Concebido como sustituto de Kull, el conquistador, pronto ocupó el lugar principal en la pluma del magnífico Robert E. Howard. En 1.931, Howard presentó a una nueva revista, Strange Tales of Mystery and Terror, un relato corto titulado People of the Dark, donde presentó a Conan, un guerrero de cabellos oscuros, protegido por una deidad llamada Crom. Una leyenda había nacido. Pronto reescribió la historia de Kull, By This Axe I Rule! Transformándola en la nueva The Phoenix on the Sword, y pronto vio la luz The Frost-Giant´s Daughter.



Todos conocemos a Conan, de una forma u otra. En mi caso, lo conocí por los cómics editados por Forum. Disfrute especialmente de La espada salvaje de Conan, y acudía al quiosco puntualmente para adquirir sus aventuras sin tardanza. Después llegó a mis manos la colección de Conan el bárbaro, que seguía una línea más biográfica en cierta medida, y mi pasión por el personaje continuó creciendo día a día. Después llegaron las dos películas protagonizadas por Arnold Schwarzenegger, aunque sólo la primera tuvo un nivel aceptable.



Pero había que hacerle justicia al personaje y a su autor. Con lo cual era tiempo de adquirir los relatos y novelas escritas por Robert E. Howard.  


El fénix en la espada (The Phoenix on the Sword, escrito en febrero de 1932 pero publicado en diciembre)
La ciudadela escarlata (The Scarlet Citadel, publicado en enero de 1933)
La Torre del Elefante (The Tower of the Elephant, publicado en marzo de 1933)
El coloso negro (Black Colossus, publicado en junio de 1933)
Xuthal del crepúsculo (Xuthal of the Dusk, publicado en septiembre de 1933 como The Slithering Shadow)
El estanque del negro (The Pool of the Black One, publicado en octubre de 1933)
Villanos en la casa (Rogues in the House, publicado en enero de 1934)
Sombras de hierro a la luz de la luna (Iron Shadows in the Moon publicado en abril de 1934 como Shadows in the Moonlight)
La reina de la Costa Negra (Queen of the Black Coast, publicado en mayo de 1934)
El diablo de hierro (The Devil in Iron, publicado en agosto de 1934)
El pueblo del Círculo Negro (The People of the Black Circle, publicado en tres partes: septiembre, octubre y noviembre de 1934)
Nacerá una bruja (A Witch Shall Be Born, publicado en diciembre de 1934)
Los sirvientes de Bit-Yakin (The Servants of Bit-Yakin, publicado en marzo de 1935 como Jewels of Gwahlur)
Más allá del río Negro (Beyond the Black River, publicado entre mayo y junio de 1935)
Los antropófagos de Zamboula (The Man-Eaters of Zamboula, publicado en noviembre de 1935 como Shadows in Zamboula)



Curiosamente, ya conocía algunas por haber leído su versión gráfica, pero fue un verdadero placer descubrir la versión genuina. En cuanto a sus novelas, recomiendo especialmente La hora del dragón, renombrada en su acepción más conocida, Conan, el Conquistador. Una obra de alta calidad y muy impactante. Personalmente guardo un cariño especial a Conan, ya que de su influencia nació mi primera novela, «La Odisea de Wolfan», que aunque ambos personajes tienen personalidades muy diferentes, existe una conexión entre ellos. 




miércoles, 17 de mayo de 2017

Elric de Melniboné: un héroe trágico

Hoy recordamos al emblema de Michael John Moorcock (1.939), Elric de Melniboné, uno de los personajes más atractivos de la literatura británica de fantasía, que en ciertos aspectos nos recuerda a Simbad el Marino, pero cuya personalidad es mucho más profunda, y ahí radica su encanto y carisma.




Elric es nativo de una isla que ha dominado el mundo durante centurias, pero que se haya en un prolongado proceso de decadencia, en el que sus habitantes sólo se ven capaces de recordar los días de gloria pasados, con tal de no hundirse en la demencia. Este imperio que parece tener los días contados nos puede retrotraer con bastante fidelidad a la situación vivida por los habitantes del Imperio Romano, incapaces de asumir su dolorosa caída. Elric es el emperador del pueblo de Melniboné, pero que vive en cierta forma en un mundo paralelo a la realidad de su pueblo, pues su alma se halla carcomida por la desdicha y su cuerpo por la enfermedad. Su corazón pertenece a su prima, Cymoril y el enfrentamiento con su primo Yyrkoon, un poderoso príncipe que representa todo lo que desearía ser en el fondo de su corazón y que no puede tener, sólo podía acabar en desastre. 




De ese modo, tras perderlo todo, en una tragedia de proporciones bíblicas - Yyrkoon sería Caín-, Elric se convierte en un mercenario errante con su espada Tormentosa como compañera, un arma capaz de absorber el alma de quienes rodean a Elric. El albino deberá afrontar una nueva vida, con su alma hecha pedazos, y recomponerlos será sin duda un reto mayor que el de recobrar su antiguo status.

Una lectura que no puede faltar en nuestra biblioteca fantástica, que consta de ocho tomos inolvidables.

“Elric de Melniboné” (1972)
“La Fortaleza de la Perla” (1989)
“Marinero de los Mares del Destino” (1976)
“El misterio del Lobo Blanco” (1977)
“La Torre Evanescente” (1970)
“La Venganza de la Rosa” (1991)
“La maldición de la Espada Negra” (1977)
“La Portadora de Tormentas” (1965)


lunes, 8 de mayo de 2017

Drizzt Do’Urden

Lo primero, pediros disculpas por tardar tanto tiempo en crear un nuevo post. Ando ultimando mi tercera novela, y estoy de lo más atareado. El otro día estuve viendo una película que transcurre en unas cuevas inexploradas, en el que un grupo de espeleología es cazado por unas criaturas  famélicas y repugnantes. The Descent, no sé si habéis tenido la suerte o desgracia de verla - depende de vuestros gustos je je je-, pero al verla me acordé de Drizzt Do´Urden

Evidentemente las criaturas del film no me recordaban a los drow en modo alguno, pero sí a su ambiente. En unas cuevas como aquellas pudo haber estado situada Menzoberranzan, el hogar de los elfos oscuros, y ambiente donde se desarrolla La morada, primera novela que leí del magnífico personaje de R.A. Salvatore.



En toda la trilogía de Drizzit la oscura ciudad y su sociedad son fundamentales, adquiriendo la categoría de un personaje más. Me fascinó su alma corrupta y su decadente vileza, formando un contrapunto perfecto en oposición a la personalidad de Drizzit, cuya alma reniega de la crueldad que le rodea y su principal lucha es dejar que la rebeldía que yace en su interior pueda salir al exterior, con el fin de no someterse a la maldad que le rodea. Se trata de un conflicto tipo héroe contra sociedad que tanto nos gusta a casi todos. El punto de inflexión que le lleva a huir de Menzoberranzan es la muerte de su padre, único vínculo que le quedaba con la decadente ciudad. Una versión  del desarrollo del personaje por la muerte del padre, en esta oportunidad arrebatada por completo de sus manos, y aunque dolorosa supone una liberación para él. 


No podemos olvidarnos de su fiel compañera de nombre casi impronunciable: la pantera mágica Guenhwyvar, con la que establece un vínculo único y perdurable a través del tiempo, que evita que caiga en una profunda melancolía, hasta que escapa definitivamente de Menzoberranzan y encuentra nuevos amigos a los que llamar familia. En definitiva, una lectura apasionante que nos presenta al drow en su hogar, y gracias a la cual podemos conocerlo un poco mejor.

¿Qué os ha parecido la novela? ¡Espero ansioso vuestras opiniones!

viernes, 14 de abril de 2017

Un nuevo genio : Patrick Rothfuss

Los implacables consumidores de literatura de fantasía a menudo vemos nuestras novelas favoritas como parte de un pasado remoto. A menudo descubrimos a nuestros autores favoritos bien en la infancia o bien en la adolescencia, y se han convertido en autores de culto para nosotros. En muchos casos la imposibilidad de que los viejos maestros del género puedan regresar de la muerte para continuar con nuestras aventuras soñadas, nos crea cierta comezón. ¿Cómo olvidar a Tolkien o Robert E. Howard?. Afortunadamente, a lo largo de los años, unos con mayor fortuna que otros, han ido apareciendo autores que han mantenido viva tanto nuestra ansia de leer como la de escribir, o nosotros mismo hemos soñado con mantener viva la llama de la épica y la fantasía en nuestros corazones. No es una tarea sencilla, ya que en estos días la novela realista tiene mucha fuerza, y la utilización del término parece que desprestigia a la obra. Por ello, a veces resulta complicado triunfar en este género que tanto amamos.



Ahora bien, ahora parece estar en boga un nuevo tipo de novela de fantasía, donde las partes más inexplicables o mágicas parecen haber perdido algo de ímpetu, y aunque siguen siendo importantes, la profundidad en los personajes ha ido creciendo con los años, creciendo las historias en credibilidad y dimensión. Este es para mí uno de los fundamentos del magnífico  George R.R. Martin, cuyos personajes se salen de lo convencional en las novelas de fantasía, pareciendo de lo más reales, y pensamos en ellos como habitantes de una edad media algo desafortunada. No rehuye ningún tema, y en mi opinión ahí radica gran parte de su éxito.






Sin embargo, no todo finaliza en la magnífica obra de Martin, ya que sin lugar a dudas ha aparecido un nuevo genio: Patrick Rothfuss. Nació en Madison (Wisconsin) en 1973. Fue profesor adjunto de lengua y literatura inglesa en la Universidad de Wisconsin, Stevens Point. El éxito de su primera novela, El nombre del viento –primer volumen de la trilogía Crónica del Asesino de Reyes–, le ha permitido dedicarse exclusivamente a escribir. Se ha publicado en más de treinta países y se considera el debut más fulgurante en literatura fantástica de los últimos años. Obtuvo el Premio Quill al mejor libro de literatura fantástica. Amazon lo seleccionó entre sus diez «joyas ocultas» de 2007.

Personalmente he disfrutado mucho con esta magnífica novela, que te atrapa de principio a fin. Se trata de una historia fresca y bastante innovadora, y eso es algo que no es fácil de aunar, y menos aún en una opera prima. El relato es fluido y está magistralmente construido, de modo que nos sentimos rápidamente identificados con el Kvothe, el protagonista de una biografía trepidante. En su segunda parte, el autor cambia un poco el registro de la novela, y aunque pierde algo de dinamismo, continúa siendo una saga altamente recomendable.





¿Habeis leído esta novela? ¿Qué os ha parecido?



domingo, 9 de abril de 2017

Crónicas de la Dragonlance

Es hora de ir con una reseña importante dentro del mundo de la literatura de fantástica. Se trata de una saga fundamental dentro del género de la literatura fantástica, absoluto referente tanto para lectores como para autores. Se trata de la maravillosa trilogía Crónicas de la Dragonlance. Tuve la fortuna de descubrir el segundo volumen  casi por azar, y me atrapó de principio a fin. Es una trilogía muy recomendable para los jóvenes amantes de la fantasía, y si se tiene la oportunidad de conocerla en la adolescencia su magnetismo te puede atrapar con mayor facilidad, aún incurriendo en un misticismo de la misma a posteriori. 


Es una lectura magnífica, donde la verdadera fuerza del relato reside en la gran retrato de los personajes, que son los que llevan el peso de la trama, incluso a veces por encima de la misma. Una vez más estamos ante la omnipresente lucha entre el bien y el mal, pero construida de forma magistral por sus autores, Margaret Weis y Tracy Hickman, que forman un binomio indivisible, que nos atrapa de principio a fin, sin apenas dejarnos tiempo para respirar. Uno de los puntos que han creado cierta controversia es su origen, pues es conocido que nace de una partida de rol del magnífico juego de rol AD&D, que todos los amantes de la literatura fantástica conocemos bien y del que probablemente hemos participado en alguna ocasión. Del mismo modo vio la luz el extenso universo de los Reinos Olvidados. Hay muchas formas de elaborar y componer una historia. Y todos son absolutamente válidos. Particularmente a los que hemos jugado a este juego de rol, nos parece incluso un homenaje muy potente. 

En El retorno de los Dragones nos introducen en un mundo tratando  de recuperarse de un castigo divino, El Cataclismo, en clara referencia al diluvio universal cristiano, y en la que los viejos dioses parecen haber abandonado a sus pobladores, y en los que los humanos buscan nuevas deidades que los guíen, pues se sienten perdidos y desamparados. Las relaciones entre las diferentes razas son tensas, y ante todo el relato es la búsqueda de esperanza, y la recuperación de la fe. Un tono muy religioso que encaja como un guante en un mundo desencajado por la desesperanza y el rencor. 

No en vano el grupo protagonista es un crisol de las razas del mundo, y representan la capacidad de unirse contra la adversidad para hacer frente a las fuerzas del mal, guiadas por los verdaderos dioses del bien, que los escogieron como paladines ante un desastre al parecer inevitable. Los personajes son muy diferentes entre sí, y la lealtad se convierte en un lazo inquebrantable para todos ellos, ya que con el tiempo trascienden los lazos de la amistad, convirtiéndose en una verdadera familia. Por ello, el peso de los personajes se convierte en antológico, y acabas amándolos  como miembros de tu propia estirpe. Hay momentos para el amor, el humor, las dudas, la traición...



Personalmente, me encantaría recomendar esta saga como imprescindible, y para mi gusto está por encima de otros títulos con más fama, que han visto la luz en Live Action, o incluso la pantalla grande, ya que a día de hoy es un proyecto atractivo, pero lamentablemente olvidado. En próximas entradas analizaré más detenidamente tanto esta trilogía, como las Leyendas de la Dragonlance, sus personajes y sus autores, unos verdaderos maestros en contar historias épicas, y que han continuado su labor tras este maravilloso proyecto, regalándonos novelas increíbles.

miércoles, 29 de marzo de 2017

La sombra del Verdugo

Mi segunda novela, La sombra del Verdugo, en cierto modo, fue un cambio de esquema en mi forma de escribir. De cierta manera, aunque con fases de colaboración e identificación profundas entre los diferentes personajes, La odisea de Wolfan, es una aventura solitaria, del tipo de conflicto épico héroe contra el mal, sin embargo, las cosas fueron muy diferentes para esta novela. Fue un desafío para mí escoger a todos los personajes, y dotarlos de su personalidad propia y característica. No obstante, al tener la historia un ritmo alto, eras más complicado desarrollar una evolución palpable en cada personaje. Por ello, fue muy importante, casi vital, acertar en el contrapunto entre y unos otros, y creo que el resultado fue plenamente satisfactorio.

En este libro pronto dejé de considerar cualquier esquema previo, y realmente me llevé muchas sorpresas en lo que inicialmente había esquematizado. Algunas veces por impulso del entorno  y otras por la fuerza de los protagonistas, las páginas comenzaron a cambiar delante de mis ojos, y fue apasionante comprobar a dónde  acabaría por conducirme y  de qué manera.


La lucha contra el mal sigue en su máximo apogeo, pero pierde protagonismo entre las relaciones de los personajes principales, que se convierten en el eje principal de la trama, hasta tal punto que la historia debe continuar en una nueva novela en construcción, llamada Amor eterno.

jueves, 23 de marzo de 2017

La Odisea de Wolfan, una historia nacida en la adolescencia


En ocasiones, una sensación, una idea te acompañan desde hace tanto tiempo que acaban formando parte de ti. Esto me sucedió con La odisea de Wolfan, que con el tiempo se acabaría convirtiendo en mi primera novela. La idea venía rondándome por la mente desde hacía algún tiempo, quizás tras pasar horas leyendo comics de Conan el Bárbaro - una de las influencias directas sobre el personaje- o leyendo algún relato de Robert E. Howard. Por aquella época yo sólo contaba con trece años, y aún hoy conservo el manuscrito original, aunque a veces puede resultar difícil de leer, dada la poca claridad de la fuente manual. Reconozco que me llena de orgullo haber escrito un libro, aunque su duración no fuese muy extensa con aquella edad. También es cierto que en muchas ocasiones, el mayor enemigo de los escritores es nuestro propio ego, y lidiar con el perfeccionismo a veces es complicado. En mi caso es el culpable de que en la papelera se me amontonase una montaña de pelotas de papel arrugado. Hoy en día, se trata de una alegoría en su mundo virtual, pero totalmente válida.

Poco tiene que ver la novela original con lo que ha quedado finalmente de ella. Esto podría entristecer al autor, pero es un proceso natural, y al final la historia nos lleva siempre a buen puerto. Personalmente no creo en una planificación exhaustiva en cuanto a la trama, por que muchas veces los propios personajes nos llevan a realizar cambios inesperados o incluso contrarios a cualquier idea que tuviéramos preconcebida. En mi caso particular, esto va desde la desaparición de roles principales a la obtención de los mismos por personajes que ni iban a participar en el relato. Yo lo considero una parte esencial dentro de la evolución de una historia. Del relato original sólo perviven tres personajes, y sólo uno de ellos conservó hasta nuestros días su personalidad inicial. En realidad aquella historia era poco más que un arcade, siguiendo la jerga gamer. Para desarrollarla muchas cosas tenían que cambiar, por no decir la mayoría, y fue un proceso lento, pero muy satisfactorio.



El universo de esta novela es algo limitado, ya que Keryan - el mundo donde se desarrollan mis historias- aún estaba en fase de desarrollo pleno. Es la única novela donde se aprecia una influencia externa no muy palpable, ya que fue mi modo de hacer un homenaje a un género y a un autor, que de no haberlos disfrutado tan profundamente, quizás nunca me hubiera convertido en escritor. A día de hoy, considero esa pequeña deuda saldada. Sin embargo, tampoco se parecen demasiado salvo superficialmente. Los ramketas no son cimmerios, y por supuesto Wolfan no es Conan. Físicamente pueden ser similares - ahí reside mi tributo- pero la personalidad de es totalmente diferente, incluso contrapuesta. Para mí ahí reside lo diferente de esta historia. Los personajes se salen de algunos tópicos dentro del género y me pareció muy interesante y positivo cambiar esto. La fuerza de las personas, su psique, va más allá de los estímulos que la sociedad les otorga. Todos podemos sobreponernos a nuestro supuesto destino y hacer lo que creamos correcto.

En este mundo egoísta, todavía podemos encontrar hombres, mujeres y niños cuya capacidad de abnegación y superación desafía toda lógica.  Para mi esa es la esencia de La odisea de Wolfan, más allá de la espada y brujería, que tan solo es una herramienta para transmitir un mensaje:

No hay desafío imposible de superar.

Entrada importante

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