Elric es nativo de una isla que ha dominado el mundo durante centurias, pero que se haya en un prolongado proceso de decadencia, en el que sus habitantes sólo se ven capaces de recordar los días de gloria pasados, con tal de no hundirse en la demencia. Este imperio que parece tener los días contados nos puede retrotraer con bastante fidelidad a la situación vivida por los habitantes del Imperio Romano, incapaces de asumir su dolorosa caída. Elric es el emperador del pueblo de Melniboné, pero que vive en cierta forma en un mundo paralelo a la realidad de su pueblo, pues su alma se halla carcomida por la desdicha y su cuerpo por la enfermedad. Su corazón pertenece a su prima, Cymoril y el enfrentamiento con su primo Yyrkoon, un poderoso príncipe que representa todo lo que desearía ser en el fondo de su corazón y que no puede tener, sólo podía acabar en desastre.
De ese modo, tras perderlo todo, en una tragedia de proporciones bíblicas - Yyrkoon sería Caín-, Elric se convierte en un mercenario errante con su espada Tormentosa como compañera, un arma capaz de absorber el alma de quienes rodean a Elric. El albino deberá afrontar una nueva vida, con su alma hecha pedazos, y recomponerlos será sin duda un reto mayor que el de recobrar su antiguo status.
Una lectura que no puede faltar en nuestra biblioteca fantástica, que consta de ocho tomos inolvidables.
“Elric de Melniboné” (1972)
“La Fortaleza de la Perla” (1989)
“Marinero de los Mares del Destino” (1976)
“El misterio del Lobo Blanco” (1977)
“La Torre Evanescente” (1970)
“La Venganza de la Rosa” (1991)
“La maldición de la Espada Negra” (1977)
“La Portadora de Tormentas” (1965)