jueves, 15 de febrero de 2018

Keryan, un mundo nacido en sueños y leyendas

Todos los que escribimos fantasía, aspiramos a crear nuestros propios mundos, mitos y leyendas. Decenas de hojas, incluso cientos de esbozos, dibujos, mitología, razas nacidas de nuestra imaginación, e intentando a toda costa mantener nuestra mente lo más alejada posible de influencias externas, o al menos tratamos de mantener las referencias como un sentido homenaje. Personalmente, aún guardo dos carpetas llenas hasta los topes, con un cantidad enorme de material, tanto gráfico como argumental.

Keryan es mi mundo, mi universo. Nacido de las entrañas de mi cerebro, en este mundo fantástico ocurren todas las aventuras posibles. Reyes, magos, mercenarios y asesinos viven en sus fronteras, esperando pacientemente que sus historias sean contadas y llevar de la mano a sus seguidores a correr un sinfín de aventuras maravillosas. Es un mundo grande, y en las dos novelas que he tenido la posibilidad de publicar y en la que estoy construyendo en este momento suceden en el continente Plygunth, un conglomerado de reinos y civilizaciones diversos, en constante conflicto y con una interacción continua.

Este mapa representa miles de horas de trabajo, sueños y esperanzas.



  

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