La llama de la pasión —Javier Piña Cruz

Ser un escritor consistente en géneros diferentes no está al alcance de cualquiera, pero el autor, Javier Piña Cruz demuestra una solvencia importante buceando en temáticas que poco tienen que ver la una con la otra. Fantasía, ciencia-ficción, infantil, romántica, y ahora añade con éxito la literatura erótica a su bibliografía. Podemos encontrar unos geniales guiños al género de la fantasía dentro de sus páginas, fácilmente identificables, así como otras referencias curiosas e interesantes. 

Tenemos ante nosotros un retrato fidedigno de una mujer luchadora, con una hija joven, que podemos encontrar tanto en nuestra familia, como en nuestras amistades. Y es una de las mejores partes de la novela, que no entra en los típicos clichés que suelen proliferar en este género de vez en cuando: chico rico conoce a chica pobre a la que rescata de una vida anodina y desesperante. Podemos ser cualquiera de nosotros, y esa cercanía es muy de agradecer. Vidas cotidianas, terrenales. Laia es una mujer fuerte, abrumada por un pasado complicado, que ha dedicado su vida a sacar adelante a su hija, como tantas madres que nos rodean han hecho de forma admirable. Y como muchas de ellas, olvidó vivir su propia vida, rehusando pasar página, quedando atrapada en el pasado. A veces es necesario un suceso extremo, una catarsis para despertar de un profundo letargo y volver a vivir. Aquí es donde una amalgama de emociones nos envuelven en cada página, ya que conectamos con mucha facilidad con los personajes de la obra, todos muy bien retratados, con personalidades muy fuertes y definidas, que nos harán parte de su mundo con gran rapidez. Narrado en primera persona, tenemos la fortuna de conocer el punto de vista de todos los personajes, lo que nos ofrece diferentes perspectivas de unos mismos hechos, lo que enriquece la novela sin lugar a dudas. Las escenas eróticas están muy bien hilvanadas, suceden en contextos diferentes, y satisfarán a los amantes del género sin lugar a dudas. 

Una moraleja subyace en el trasfondo de esta magnífica historia: por mucho que llueva, siempre sale el sol. Una lectura amena, magnética y entretenida. Un must-read en toda regla. ¡No os la perdáis!