Dos damas con carácter: conociendo a Eva —Cristy Herrera

Cada nuevo paso de la autora dentro de la literatura es una confirmación de lo que ha venido apuntando desde sus primeros pasos. Cada manuscrito ha superado al anterior con creces, y hemos podido ser testigos de una evolución palpable y notable. Tiene un estilo bonito, y una narrativa fluida que engancha, que atrae con fuerza y nos atrapa en su ámbito de influencia. Cada día somos más los que caemos bajo su hechizo, lo que no es más que una confirmación de su buen hacer y crecimiento como escritora. 

Dos damas con carácter: conociendo a Eva representa su trabajo más redondo, en el que se aprecia una trama más sólida, en la que los acontecimientos suceden en el ritmo adecuado, sin precipitarse, sin preocuparse de si la novela es corta o larga, en la que todo fluye de la manera adecuada, amparada en unos personajes bien construidos, con lo que nos resulta sencillo empatizar, pues todos nos hemos visto en su pellejo en alguna ocasión. La ilusión del amor, las inseguridades, las complicaciones... podemos sentirlo en la piel de los protagonistas, y viajar con ellos en una historia romántica pura. Este es sin duda el género de Cristy Herrera, que domina absolutamente con cada nuevo paso. Un autora referente dentro de la romántica, que además ha sabido capturar la esencia de la Inglaterra victoriana, su elegancia, la rigidez de sus normas, el trato injusto hacia las clases desfavorecidas y a las mujeres, con lo que además nos regala una crítica social que todavía es vigente a día de hoy. 

La novela nos depara momentos emotivos a raudales, incertidumbre y una emoción que embargará nuestro corazón, y nos hará pasar momentos inolvidables. Si os gustan las historias de amor bonitas, una narrativa atrayente y bien estructurada no dejéis escapar esta obra. No os arrepentireis. 

Germen —Rayco Cruz

Germen, nacida de la pluma de Rayco Cruz es una lectura impactante, intensa, destinada a remover nuestro psique por medio de un ritmo impecable en cada fase de la obra. La contraposición a la paz y espiritualidad que se respira dentro de las paredes de un convento nos hará estremecer hasta límites insospechados. La recreación de la atmósfera es brillante, nos envolverá de tal modo que nos hará sentir que estamos atrapados en el convento de Santa Melina, donde un poder maligno está corrompiéndolo todo y sumiendo la habitual quietud en un desesperado grito de horror.

¿Puede una obra de extensión limitada hacerte conectar con quienes la protagonizan? Germen lo hace. Mediante una construcción sólida, que nos hace empatizar con Verónica y su mundo, el autor establece un puente entre el lector y su protagonista, que podría ser cualquiera de nuestro entorno, o incluso nosotros mismos. Situaciones que por necedad o incomprensión nos llevan a alejarnos de nuestros seres queridos todos los hemos vivido en nuestras propias carnes, y el autor logra establecer esta conexión con el lector de manera magistral.

El relato tiene tanto poder, transmite una atracción tan fuerte sobre la trama, conecta tan bien con el aura terrorífica que reside en sus páginas, que logra que el lector sienta ese miedo primigenio a lo misterioso, a lo desconocido, a lo ignoto. Le acompaña una sensación agorafóbica, que nos arrebata el aliento, nos envuelve y llega a hacernos sentir una angustia difícil de soportar.

En definitiva, una lectura muy entretenida, amena y de calidad, que nos hará recuperar el interés por la literatura de terror. ¡Altamente recomendada!